miércoles, 1 de septiembre de 2010

RECICLANDO MI DOLOR El Camino Hacia la Recuperación – Paso 8 parte 3

¿CÓMO USO MI DOLOR PARA AYUDAR A OTROS?

De esto se trata el Paso 8 en el Camino Hacia La Recuperación. 1 Pedro 3:15 es la base para el Paso 8 “Siempre estén listos para dar una respuesta a todo el que les pida razón por la esperanza que tienen. Pero háganlo con amabilidad y respeto.” Usted necesita estar preparado para dar una respuesta a, “¿Cómo lo hizo en su vida? ¿Cómo se recuperó? ¿Cómo se está recuperando?” Prepárese. Esto es lo que le sugiero hacer. Usted necesita hacer una lista de todas las experiencias que ha tenido en la vida hasta este día, buenas y malas. Unas que haya causado y otras que no haya causado. Haga una lista de todas esas experiencias. Luego pregúntese, “¿Qué aprendí de esa experiencia? ¿Cómo me ayudó Dios a pasar ese tiempo difícil?” Pida a Dios, “¿Cómo me ayudaste durante ese tiempo difícil?” Luego escriba esa historia en papel. ¿Por qué? Los pensamientos de se desenredan cuando pasan a través de los labios y los dedos. Escríbalo. Luego pregúntese a usted mismo, “¿Quién se podría beneficiar más al escuchar mi testimonio?” La respuesta es: las personas que están pasado en este momento lo que usted ya ha experimentado, personas que están un poco atrás de usted en el proceso. Y usted le dice a Dios, “Estoy disponible.” Entonces esté listo. Porque si usted está listo a compartir las buenas nuevas de Dios acerca de cómo Dios ha trabajado en su vida, Dios lo va a usar. Hay personas que necesitan escuchar su historia por todo este mundo, quienes están atravesando lo que usted ha experimentado. Algunas veces Dios quiere que usted tome la iniciativa. Esto es llamado intervención. Gálatas 6:1-2 “Si alguien es vencido por algún pecado, humildemente ayúdenle a volver al camino correcto, recordando que la próxima vez puede que sean ustedes quienes estén en el camino incorrecto. Compartan los problemas y las dificultades unos con otros y así obedecen el mandamiento del Señor.” Vea que esto es un mandato. Dios no dice, “Es una buena idea si lo comparten.” Él dice, “Hazlo.” Si es un creyente debe compartir los problemas y dificultades con otras personas. Ese es un mandato. Si no lo está haciendo, no está obedeciendo a Dios. Tres sugerencias al compartir su historia porque tiene una historia que contar y Dios no quiere desperdiciar la herida, los problemas que ha tenido. Cómo compartir:
1. Sea humilde Todos estamos en el mismo bote. Todos somos compañeros de luchas. Cuando usted comparte su historia, cuando usted testifica es básicamente un mendigo a otro mendigo dónde encontrar pan. Usted no está diciendo, “Todo está bajo control,” porque no es así. Usted está tratando de tener todo en orden. Usted está en el camino a la recuperación. Y al esta tratando de tener todo en orden, sea humilde y diga, “Todos estamos juntos en esto; esto es lo que me pasó a mí.”
2. Sea real Sea honesto con respecto a sus heridas y fallas. Hemos visto esto modelado por los que nos han compartido sus testimonios, en las últimas 7 semanas, al pararse aquí y abrirse, siendo trasparente, vulnerables y reales. ¿Se da cuenta del valor que necesitaron para poder compartir problemas reales y verdaderas soluciones sin sentirse mal o culpables al respecto? Estamos comprometidos a mantener esa atmósfera de aceptación en esta iglesia. Usted ayuda a otros siendo honesto con respecto a sus heridas. Eso les ayuda abrirse. Otro aspecto asombroso es que cuando usted comparte su historia, esto le da esperanza a ellos y sanidad a usted. Cada vez que comparte su historia con alguien, se hace un poco más fuerte. Es sanado un poco más. Comienza a crecer. Las personas se unen al programa Celebremos la Recuperación por el dolor que tienen, pero se quedan en el programa por su crecimiento. Esto les mantiene creciendo en sus vidas.
3. No de un sermón Solamente comparta su historia. Dios desea que usted sea un testigo no un abogado defensor. No discuta con nadie con respecto al cielo. No obligue a nadie a ir al cielo. Solamente comparta – esto es lo que me sucedió a mí.

Deseo desafiarle a dar estos cuatro pasos de acción:
1. Si todavía no ha comprometido su vida a Jesucristo, hágalo hoy. ¿Qué está esperando? La tragedia más grande sería que usted fuera por todo el camino a través de esta serie, escuchar esas grandes verdades, y la esperanza que ellos traen, y no hacer nada al respecto, como cruzar la línea, entregar su vida a Cristo. Si no lo ha hecho, hágalo hoy.
2. Escriba su historia Tome algo de tiempo y siéntese y medite en “¿Qué ha hecho Dios en mi
vida?, Lo bueno, lo malo, y lo feo y cómo Él usa eso para ayudar a otros.”
3. Comprométase con la familia de alguna iglesia para apoyo La asistencia no es suficiente para la recuperación. Requiere compromiso y requiere relacionarse con otros.
4. Pídale a Dios que le dé a alguien con quien pueda compartir su historia, para compartir las buenas nuevas de cómo Dios puede hacer la diferencia en la vida de alguien El mundo está lleno de personas que necesitan su historia y si no la cuenta, ¿dónde la van a escuchar? Usted la única Biblia que algunas personas van a poder leer. No podrán ser alcanzados por esta iglesia, nunca me escucharán, pero usted tiene una historia que puede alcanzarles, con la que ellos se pueden identificar. Dios desea usarle. No necesitamos más evangelistas en la Televisión, ya tenemos muchos. Es por eso que la iglesia nunca va a estar en la televisión. Lo que deseamos es que comparta su historia con gente normal, porque usted puede alcanzar lo que yo nunca alcanzaría, porque su experiencia es diferente a la mía. Una vez que cruce la línea, se convierta en creyente, ¿Por qué Dios no le toma de una sola vez hacia el cielo rápidamente? Hay dos cosas que no puede hacer en el cielo. Usted puede orar en el cielo, cantar, dormir, comer, descansar, divertirse, tener compañerismo con otros cristianos, leer su Biblia. Hay solamente dos cosas que no puede hacer. Una de ellas es pecar. Es un lugar perfecto. La otras es compartir las buenas nuevas con personas que nunca la hayan escuchado. ¿Para cuál de esas dos razones cree usted que Dios le deja en la tierra? Obviamente no es eso. El momento en que usted cruza la línea, se vuelve un mensajero, un misionero. Es llamada la Gran Comisión. Es parte de su trabajo, si clama ser un creyente debe compartir las buenas nuevas con otros. El mundo está mucho más listo para recibirlo que lo que nosotros estamos para compartirlo y hay personas que necesitan escuchar su historia. NO tiene que ser un genio bíblico. Solamente diga, “Esto es lo que me pasó a mí.” De todas formas esa es la clase de historia más poderosa. No sé dónde se están todos los versículos, no importa dónde están todos los versículos. Esto es lo que me pasó a mí. Nadie puede refutar eso. Esa es una experiencia personal. Hechos 20:24 “La vida no vale nada al menos que la use para hacer la tarea que se me ha
asignado por el Señor Jesús.” ¿Cuál es esa tarea? La tarea de contarle a otros las buenas nuevas con respecto al poderoso amor y la bondad de Dios. No hay mayor logro en la vida que ayudar a que alguien encuentre seguridad en el cielo. Porque cuando usted hace eso ha hecho un amigo para la eternidad. Cuando usted llegue al cielo Dios le va a decir, “Esto es fabuloso. Estás aquí. ¿Trajiste a alguien contigo?” Usted hace un amigo para la eternidad cuando comparte a Cristo. No hay mayor logro que asegurar la eternidad de ellos, no hay gozo más grande, no hay mayor satisfacción, que ayudar a alguien a encontrar las buenas nuevas. Dios quiere usarle. Comparta su historia. Él le hizo con un propósito. ¿Puede imaginarse llegar al Cielo y 75 años después de hoy, alguien camina hacia usted en el Cielo, “Solamente quiero agradecerle?” “¿Agradecerme? Ni siquiera le conozco.” “No, pero usted fue uno de los pioneros en la Iglesia Saddleback, antes que ellos tuvieran el edificio. Usted llegaba y oraba y se unió a la iglesia y les ayudó con sus dones, su tiempo y sus ofrendas. Usted se sentó en esa carpa cuando estaba haciendo mucho frío en el invierno, y calor en el verano y trabajó y se sacrificó para construir un faro en el sur de California que pudo compartir esas buenas nuevas. Y cincuenta años después que usted murió esa iglesia me alcanzó para Jesucristo. Y estoy en el cielo por usted y solamente quiero agradecerle.” ¿Cree que eso será de valor? No me disculpo de ninguna manera al decir que quizás la primera cosa más significante que usted hace con su vida es, darla a Cristo, llegar a ser parte de la familia de Saddleback, involucrarse en un ministerio, comenzar a compartir su historia, sobrevivirá más allá que cualquier cosa que haga en su carrera, perdurará más allá que cualquier cosa que haga en su hobby, porque de lo que estamos hablando aquí tiene implicaciones eternas, llevar a la gente de la oscuridad a la luz, del infierno al cielo, de una eternidad sin Dios a una eternidad con Dios, y las personas se lo agradecerán el resto de la eternidad. No hay una causa con más significado en la vida. Le desafío a dar este octavo paso conmigo: Entrego mi vida para ser usada por Dios para llevar las buenas nuevas a otras personas, con mi ejemplo y con mis palabras.

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