lunes, 31 de mayo de 2010

Mayordomía responsable

Dios como Creador, al hacer el mundo, lo hizo por su voluntad, con un orden y con un propósito definido. Por otra parte, hizo al hombre a su imagen y semejanza y le entregó la tarea de administrar el mundo. Tal tarea es lo que denominamos mayordomía. El plan redentor de Dios para restaurar al hombre y a su mundo es por medio de Jesucristo. A través de Cristo somos hechos nuevas criaturas y nos convertimos en mayordomos. Por lo tanto, la iglesia es una comunidad de fe que tiene como misión cumplir el propósito de Dios para el mundo. En este sentido, afirmamos, que cada cristiano es libre de administrar lo que Dios le ha encomendado, puede administrarlo bien o mal usarlo. El ejercicio de la mayordomía no consiste en la relación de cuánto se posee o cuán poco se tiene, sino en la mejor manera de cumplir el deseo del Señor.

No obstante, en la Biblia no hay medidas descritas para medir el éxito, para evaluar el resultado de la labor del mayordomo. Lo que sí está claro es que cada mayordomo debe ser fiel en la misión que se le ha encargado. También, la Biblia es clara en que la fidelidad al ejercer la mayordomía trae felicidad y buena vida a otros. Durante este mes nos hemos propuesto que como miembros de la iglesia lleguemos a reafirmar nuestra condición de siervos, para poder así, cumplir la voluntad de Dios para esta iglesia. Desde una perspectiva funcional, el ser mayordomos se expresa en el carácter individual y también en el colectivo. Cada miembro de la iglesia debe apoyar la Misión y Ministerio de la iglesia haciendo una parte de esa tarea. El liderazgo de los ministerios, organizaciones, comisiones, es para orientar en cumplir esa Misión. Por lo tanto, el desafío es aceptar el reto de avanzar en el logro de la Primera Iglesia Bautista de Guanare.

Hay necesidad de reafirmar que Dios es el Dueño y Señor, el propietario, no es el economista, no es el administrador. Esta verdad es fundamental para ejercer nuestra mayordomía responsablemente. Nosotros somos los siervos, los esclavos y administradores. Ello no debe ser una carga sino más bien el gozo de sentirse participe con Dios en el cumplimiento de sus propósitos para el mundo. Tenemos que actuar en la confianza de que dios es generoso y fiel para guiarnos. Como Dios es el Señor de todo lo creado y nosotros los mayordomos libres y responsables, llegará el momento de rendir cuentas de la mayordomía que hemos ejercido; la fidelidad en la mayordomía traerá recompensas.

“La mayordomía cristiana concibe la totalidad de la vida como un sagrado encargo de Dios, y requiere el uso responsable de la vida, tiempo, talentos y substancia-personal o corporativa-en el servicio de Cristo” Ideal Bautista.
¡Seamos fieles mayordomos!
Pastor Carlos Díaz

lunes, 24 de mayo de 2010

Mayordomia: El Verdadero Propósito de nuestro culto

Apocalipsis 7:9-10; 15-17
Nuestro culto a Dios es algo sumamente importante y trascendente. Haríamos bien en no olvidar la manera en la cual rendimos culto. A continuación cito las palabras del Dr. Justo L. González en su libro Para la salud de las naciones, El Apocalipsis en tiempos de conflicto entre culturas; Editorial Mundo Hispano, págs., 118-120.

Esto puede parecernos extraño a los modernos, gente excesivamente pragmática a quienes se nos ha enseñado que el propósito del culto es renovar nuestras fuerzas, algunos dicen llenar el tanque, el domingo para poder vivir los otros seis días de la semana. Pero Juan de Patmos concordaría con Juan Calvino y con toda la tradición reformada, para la cual el principal propósito del ser humano, el principal propósito de toda la creación, es disfrutar de la presencia de Dios y glorificarle eternamente.

El culto a Dios es mucho más que un proceso mediante el cual cargamos nuestras baterías espirituales. Si es cierto que nuestro propósito principal es glorificar a Dios eternamente, entonces el culto es ante todo un acto de justicia. Es un acto de justicia por cuanto, y sólo en tanto, pone las cosas en su justo sitio. Cualquier justicia humana que no le dé a Dios lo que es de Dios será siempre justicia parcial, y será por tanto injusta.

Y, como los profetas de Israel siempre repitieron, pretender adorar a Dios sin hacer justicia en la sociedad es adorar a un Dios que no requiere justicia, y es por tanto adorar a un dios falso, caer en idolatría. En la perspectiva bíblica, el culto requiere justicia, y el culto mismo es una acción de justicia. El culto requiere justicia, porque el Dios de la Biblia es un Dios que no se interesa en nuestras ceremonias y ayunos si no van acompañados de justicia.

Por otra parte, la adoración es también un ensayo. Es un anticipo de lo que ha de venir. Es el medio que nos recuerda que nuestras vidas y nuestro mundo tienen una meta, y que esa meta es el día cuando toda tribu, nación, lengua y pueblo adorarán a Dios y al Cordero. El culto, a un dentro de nuestra pequeña comunidad de adoración, es un anticipo de la gran ciudad, la nueva Jerusalén, que Juan vio descender del cielo, de Dios. Es práctica para el reino. Es anticipo del reino de Dios.

La adoración es práctica y es proclamación. Por ambas razones, para practicar para el reino y para proclamar el reino, la iglesia ha de esforzarse porque su culto aquí y ahora refleje y represente a todo pueblo, tribu y nación, ni disminuido por razón de su lengua o de su cultura, o de su clase social.

El libro de Apocalipsis es un anuncio del culto que tiene lugar en el cielo, del culto que es la meta de toda la creación, el culto hacia el cual nos dirigimos por la gracia de Dios.
¡Seamos mayordomos fieles hasta el inminente regreso de nuestro Señor Jesucristo!

viernes, 21 de mayo de 2010

Segundo Paso IV Parte

III. ACEPTAR LA OFERTA DE AYUDA DE DIOS.
No es suficiente solamente creer en Dios. La mayoría de ustedes creen en Dios. Pero eso no quita la herida. Tiene que conectarse al poder y eso es más que creer. Aquí está lo que Dios tiene para ofrecer. Filipenses 2:13 “Porque Dios es quien obra en ustedes, dándoles la voluntad y el poder para alcanzar Su propósito” Dios dice, “La fuerza de voluntad por usted mismo no es suficiente. Las buenas intenciones no son suficientes. Lo que necesitas es Mi voluntad y Mi poder par ayudarte a cambiar. Yo te daré la fuerza de voluntad.” Así que usted dice, “Yo ni siquiera se si quiero cambiar, Estoy muerto del miedo por cambiar.” Entonces dice, “Estoy dispuesto a ser hecho dispuesto. Ni siquiera sé si quiero cambiar.” Probablemente no hasta que el dolor exceda su temor al cambio. Pero usted dice, “Dios hazme dispuesto a estar dispuesto a
cambiar” y entonces El le dará la voluntad y el poder para conectarse a El. ¿Qué sucede cuando dispongo mi vida al poder de Dios? ¿Cuándo le pido a Dios que ponga el Espíritu de Jesucristo en mi vida? ¿Qué hace él? ¿Me lleva eso a cierta clase de fanatismo? La Biblia nos dice exactamente lo que sucede cuando invitamos al Espíritu de Dios a nuestras vidas. “El Espíritu que Dios da nos llena con su poder, amor y dominio propio.” Eso es lo que quiero en mi vida. Primero, quiero poder en mi vida. Quiero poder para romper hábitos que no puedo romper. Quiero poder para hacer las cosas que sé que son correctas pero que no puedo hacerlas por mi mismo. Quiero poder para ser libre del pasado y permitir que esos recuerdos se vayan. Quiero poder para empezar a vivir la clase de vida que Dios desea que viva. Después quiero amor. Quiero verdadero amor. Quiero ser capaz de amar a las personas y que me amen y soltar las heridas para no construir esas paredes y tener falso acercamiento con las personas, sino un acercamiento genuino porque no tengo miedo de amar verdaderamente y no tengo temor de ser verdaderamente amado.
Esa es la clase de poder y amor que Dios da. Y dice que también nos da dominio propio. Obviamente, quiero eso. Usted quiere eso. Usted no está en verdadero control hasta que Cristo está en control de su vida y el Señor domina las circunstancias de su vida. Y luego entiende lo que significa tener todo bajo control por primera vez en su vida porque no está tratando de detenerse por usted mismo. Poder, amor, y dominio propio. Hay un principio en el universo. Esto debe sonar muy simple, pero es profundo. He aprendido que las cosas funcionan mejor cuando están conectadas. Las tostadoras, licuadoras, televisores, radios; las cosas funcionan mejor cuando están conectadas y Dios quiere que usted y yo estemos conectados a El. ¿Cómo me conecto al poder de Dios? Muy simple. Crea y reciba. Primero, yo creo que Dios existe y creo que El me conoce y se interesa en mí y tiene el poder de ayudarme y luego lo recibo en mi vida – Jesucristo pon Tu Espíritu en mí. Usted hace eso una palabra de cinco letras. El segundo paso de recuperación involucra una palabra de cinco letras y quiero desafiarle a usar esta palabra de cinco letras hoy. Requiere de mucho valor usar esta palabra. AYUDA. Necesito ayuda. Dios necesito tu ayuda en mi vida. El Camino a la Recuperación no es fácil. Significa afrontar algunos problemas que he querido ignorar. Significa tomar riesgos. Significa ser honesto, confiar en Dios. Pero cuando da este segundo paso de repente su recuperación ya no es simplemente un asunto de fuerza de voluntad, Dios dice Yo estaré contigo. Isaías 43: “Cuando atravieses aguas profundas y grandes problemas Yo estaré contigo. No te ahogaras. Cuando atravieses los fuegos de opresión, no te quemarás” Dios dice Yo estaré contigo la
próxima semana, el próximo mes, el próximo año mientras enfrentas esas cosas de las que has temido afrontar en tu vida. ¿En qué área de tu vida te sientes herido? ¿Estás atravesando aguas profundas? ¿Sientes como si está será la última vez? ¿Estás atravesando el fuego en este momento y la situación está difícil en tu vida? ¿Cree que voy a consumirme o a extinguirme? ¿Sientes que estás como estancado en una rutina y dices yo no tengo el poder de cambiar? Me siento incapaz. Hay un poder al que se puede conectar. Su nombre es Jesucristo. El nombre sobre todo nombre. Le invito a abrir su corazón y su vida a El este día. De este segundo paso.

Segundo Paso III Parte

II. ENTENDER EL CARÁCTER DE DIOS
El segundo paso en esta recuperación, no solamente reconocer su existencia, sino también entender Su carácter. ¿Cómo es él realmente? Hasta que realmente sepa como es Dios, no puedo confiar en El. ¿Tiene sentido? NO voy a confiar en algo o en alguien que no conozco. Afortunadamente Dios desea que conozcamos cómo es él. Así que vino a la tierra hace 2010 años y vino en forma de ser humano. Vino como Jesucristo. Y él dijo “así es como es Dios.” El si sabe como es Dios. Es por eso que celebramos Navidad y la Pascua. Vea este versículo. Colosenses 1 “Cristo es la expresión visible del Dios invisible.” Si usted desea saber como es Dios solamente mire a Jesús, porque El es la expresión visible del Dios invisible. Si está leyendo acerca de Jesús y estudiando Su vida aprenderá mucho de Dios. Específicamente tres cosas son las que aprendemos de Dios por medio de Jesús, eso me ayuda a vencer mis hábitos, heridas y complejos:
1 Dios conoce todo acerca de mi situación
Aprendí que Dios conoce todo con respecto a mi situación, porque El conoce mis hábitos, heridas, y complejos. El conoce lo bueno y lo malo. Algunos de ustedes han tenido una semana, mes, o vida difícil. Mire lo que dice la Biblia, Salmos 56: “Sabes cuan atribulado estoy. Has visto todas mis lágrimas.” ¿No es eso increíble? La Biblia dice que Dios lo conoce personalmente y de cerca. El ha visto sus lágrimas. “Nadie conoce el infierno por el que estoy pasando en este matrimonio.” Usted está equivocado, Dios lo conoce. “Nadie sabe cómo estoy luchando por romper con este hábito, pero no lo puedo sacar de mi mente.” Dios si lo sabe. “Nadie conoce la depresión y el temor por el que estoy atravesando.” Dios sí. Y el ha visto sus lágrimas. El las conoce todas. Nada escapa de Su conocimiento. Salmo 31: “Has visto la crisis en mi alma.” Dios está al tanto de sus necesidades y la Biblia dice que El conoce lo que usted necesita antes que se lo pida. El ve la crisis en su alma en este momento. Salmo 69: “Sabes cuan insensato he sido.” A veces deseamos olvidar esta parte. No queremos que Dios sepa todas las locuras que hacemos. El hecho es que no hay nada que esté fuera de la vista de Dios. Siempre tienes una audiencia 24 horas al día. El conoce los días buenos, y los malos, las bromas pesadas que hemos hecho, las malas decisiones, y sorprendentemente todavía le ama. El hecho es que Dios no se sorprende por su pecado. Si usted hace algo mal Dios no dice, “Ay, no, ¿Cómo se me escapó eso?” El sabía que pasaría, mucho antes que lo hiciera. El aún conoce por qué lo hizo, lo que le motivó, aún cuando usted no sabe su propia motivación. El no se sorprende, El no se altera, El no se decepciona. El le conoce.
2 Dios se interesa por mi situación.
Salmo 103: “El es como un Padre para nosotros, tierno y compasivo, porque El conoce que somos hecho de polvo.” Dios sabe que somos hechos de – moléculas – somos frágiles, no somos súper humanos. Tierno y compasivo. Esa es la clase de Dios a la que usted sirve, Quien le conoce. Dios desea ser el Padre que muchos de usted nunca tuvieron. Tierno y compasivo. “Dios dice Te he amado con amor eterno.” ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo puede Dios amarme y su amor nunca acabar? El me ama en los días buenos, en los malos, cuando le sirvo y cuando no lo hago, cuando estoy en lo correcto, y cuando me equivoco. ¿Cómo es que sigue amando? Porque Su amor es incondicional. No está basado en su desempeño. El amor de su padre si fue así. Está basado en el carácter de Dios. La Biblia dice que Dios es amor. Y El dice Te he amado con amor eterno. El no solamente conoce su situación, El se interesa por eso. “Dios mostró Su gran amor por nosotros, enviando a Cristo a morir por nosotros.” Romanos 5: 8.
3 Dios puede cambiar mi vida y mi situación.
Esas son buenas noticias. Dios puede cambiar mi vida y mi situación. A veces cambia mi vida, a veces El cambia la situación. Algunas veces cambia las dos. Pero El está esperando que usted lo haga. Y el tiene el poder. Note lo que Pablo dice “Oro que comiencen a entender cual increíblemente grande es Su poder para ayudar a los que creen en El” – el mismo poder que levantó a Jesucristo de los muertos. ¿Alguna vez se encuentra así mismo paralizado por posponer? “¡Sé que necesito hacer esto pero simplemente no puedo comenzar!” ¿Algunas veces te sientes como que simplemente no puedo lograrlo? El dice, “tengo el poder.” Si Dios puede levantar a Jesucristo de los muertos, El puede restaurar una relación rota. El puede levantar a una persona que está mal de salud. El puede hacerle libre de una adicción. El puede ayudarle a cerrar la puerta al pasado para que esos recuerdos dejen de perseguirle, si sólo confía en El.
Lucas 18”:Lo que es imposible para mí, es posible para Dios.” La Biblia dice que nada hay tan difícil para Dios. Usted dice, “Usted no entiende mi situación. He intentado cambiar pero no puedo.” Nada es imposible con Dios. Y esa situación que parece sin esperanza, no lo es. Aquí está el punto. Entre más atrase su dolor, más lejos está su recuperación. Entre más lo niegue, atrase,
diga “No hay problema, no es gran cosa, puedo manejarlo, puedo manejarlo,” menos días tiene en esta tierra siendo todo lo que Dios quiere que sea. Algunas personas, cuando experimentan dolor que es intenso por algún problema actual, se estancan en el pasado en lugar de tratar con el problema de ese momento, enfocan toda su vida en el pasado. Se adentran a lo que llamo la Parálisis del Análisis, siempre diciendo lo que estaba malo con ellos anteriormente. Eso es como manejar un carro viendo el espejo retrovisor todo el tiempo. Un espejo retrovisor es de ayuda, porque le da perspectiva, y ver a su pasado le da una perspectiva, pero si solamente mira a su pasado no llega al presente. ¿Puede imaginarse manejar un carro donde el espejo retrovisor fuera más grande que el parabrisas? Muchas personas son así. Se mantienen en el pasado y no pueden vivir en el presente. Cualquier cosa en la que se enfoca tiende a repetirse. Si solamente vive en el
pasado, tiende a repetirlo. Esta serie de recuperación es sobre crecimiento espiritual. Crecimiento espiritual es el proceso de expandir ese parabrisas y encoger el espejo retrovisor, así puede seguir con el presente. ¿Cómo hace eso? Usted reconoce que Dios existe. Se da cuenta cómo es él; que se interesa, que entiende, que El le ama y desea ayudarle.

domingo, 16 de mayo de 2010

Camino a la recuperacion 2do paso Parte II

SINCERAMENTE CREO QUE DIOS EXISTE, QUE LE INTERESO, Y QUE EL TIENE EL PODER APARA AYUDARME EN MI RECUPERACIÓN.

Este segundo Paso está basado en Hebreos 11:6 –-“Cualquiera que
se acerca a Dios, debe creer que El existe y que El recompensa a los que sinceramente le buscan.”

Hay tres partes para tomar el Paso 2 en este camino a la recuperación.

I. RECONOCER LA EXISTENCIA DE DIOS.
La mayoría de ustedes no tienen problemas con esto. Hay menos ateos hoy que los que había hace 50 años. ¿Por qué? Porque sabemos más del universo hoy que hace 50 años. Entre más descubrimientos científicos tenemos, más sabemos del universo, menos personas están dispuestas a seguir creyendo que todo sucedió por accidente. Entre más sabemos del universo, y ahora tenemos computadoras que son capaces de comprobar las probabilidades de todas estas cosas que suceden en un lugar, muy poca gente dice, “Creo que paso por un accidente.” De hecho, se requiere más fe para no creer en un Creador que creer en uno. Requiere más fe para creer las probabilidades que creer que no hay creador, diseñador, que todo simplemente sucedió. Podría desarmar un reloj completamente, ponerlo en una bolsa de papel y agitarla, y las probabilidades de que todo terminara exactamente como un reloj, serían bastante increíbles. Pero el mundo está lleno de relojes. Y si multiplica eso en números astronómicos... y obtiene las probabilidades de eso simplemente sucediendo. Donde hay una creación, debe haber un Creador. Donde hay un efecto, debe haber una causa. Donde hay un diseño, debe de haber un diseñador.

Romanos 1:20 “Ya que la creación del mundo, las cualidades invisibles de Dios, Su eterno poder, y Su divina naturaleza han sido claramente vistas.
Salmo 19 “Los cielos declaran la gloria de Dios.
El punto es que Dios cambia vidas hoy en día. Dios existe.
El punto real para la mayoría no es, ¿Hay un Dios? Eso es algo que la mayoría cree. El meollo es, ¿Qué clase de Dios es él? ¿Cómo es él verdaderamente? ¿Es eso importante? El problema es que tenemos algunas ideas bastante extrañas de cómo es Dios.

Esta semana leí sobre dos muchachos delincuentes en una escuela Católica y se habían estado portando mal y los llevaron a la oficina del director. El director conocía que lo que ellos realmente necesitaban era a Dios en sus vidas así que trajo al primer muchacho dentro de la oficina y lo sentó y dijo: “Quiero hacerte una pregunta, hijo. ¿Dónde está Dios?” El muchacho se asustó, con un medio absoluto por la pregunta. No supo como responder. Simplemente se sentó. Ella le preguntó tres o cuatro veces. ¿Dónde está Dios? Quiero que pienses acerca de esa pregunta.” Así que lo mando de regreso. El segundo muchacho que estaba por entrar, le pregunto a su amigo, “¿Qué pasó?” Y el primer muchacho dijo, “No lo sé, pero evidentemente Dios está
perdido y están tratando de echarnos la culpa a nosotros.” Tenemos algunas ideas extrañas con respeto a Dios.

Desdichadamente la mayoría de ustedes tienen sus ideas acerca de Dios pensando que El es como un padre de familia. Como su papá o mamá. Trágico. Porque si su padre era distante y no cariñoso, entonces tiende a pensar que Dios, su Padre, está distante y no es cariñoso. Si su padre era alguien a quien se le tenía que tener temor, entonces tiende a pensar, “Necesito tenerle miedo a Dios.” Si su padre fue abusivo, entonces tiende a pensar que Dios es igual. SI su padre no era amoroso, entonces piensa que también Dios es así. En lugar que Dios lo haga a Su imagen, usted hace a Dios a su imagen.

Una vez al tiempo usted escucha “Mi idea de Dios es...” ¿Quién le hizo la autoridad? Solamente porque tiene cierta idea de Dios ¿significa que está bien? No. “Siempre he pensado de Dios como...” Gran cosa. Usted probablemente esté errado. Francamente, no me interesa lo que conciba, no me interesa como considero que es Dios. Lo que deseo saber es, ¿cómo es el realmente?

lunes, 10 de mayo de 2010

El Camino a la Recuperacion 2do Paso - 1ra Parte

DONDE OBTENER AYUDA CUANDO ESTÉ HERIDO
Hebreos 11:6

Un reportero luego de una gran inundación, al llegar al sitio vio a una señora sentada en el techo de su casa, luego vio un caballo y su carro flotando también. Luego de unos minutos el vio un sombrero que flotaba pero unos 6 metros luego de la casa el sombrero comenzó a flotar hacia atrás. Luego unos 6 metros hacia el otro lado de la casa flotando de regreso. Vio eso como unas 7 u 8 veces y finalmente dijo, “Sra.¿tiene alguna idea que es ese sombrero? Ella contestó, “Ese solamente es mi loco esposo. El dijo que iba a cortar el césped pasara lo que pasara”. El problema que tenemos hoy es que muchos de nosotros todavía nos estamos enfocando en el césped mientras la casa está flotando.

La semana pasada dijimos que todos nosotros necesitamos recuperación porque ninguno de nosotros es perfecto. El mundo es imperfecto, todos hemos sido dañados, todos tenemos complejos, todos tenemos hábitos que nos gustaría cambiar. Todos necesitamos recuperación. Los pasos son los mismos a pesar de cual sea su problema ya sea éste una herida, complejo, o hábito. Hablamos la semana pasada que la raíz que causa todo esto es, mi deseo de controlar las cosas. Entre más inseguro usted es, más quiere controlar las cosas: usted quiere controlar su vida, la vida de otras personas, su ambiente – Usted desea ser Dios. Quiere ser el centro de su universo. Cuando tratamos de controlar todo esto termina con fatiga, frustración, y fracaso.

¿Cómo rompe con eso? ¿Cómo rompe con esas cosas? Tiene que superar la negación. La negación es lo que nos aleja de movernos hacia la recuperación. Nos excusamos: “Realmente no es un problema... Realmente estoy bien... No es un problema, puedo manejar la situación.” Nos excusamos y acusamos a otros: “Si mi esposa tan sólo actuara correctamente entonces nuestro matrimonio estaría bien.” Y jugamos el juego de la culpa. Y acusamos y nos excusamos y somos de vista corta. Decimos, “¿Cómo te va?” “Bien, estoy bien, en lo que cabe de las circunstancias... Por el momento todo está bien.” Simplemente ha saltado de un edificio y está a medio camino, no ha tocado suelo todavía. Así que tenemos que aprender como tratar con la negación. Esta semana vi en el periódico un anuncio de objetos perdidos. Ilustraba la negación. Decía, “Se busca perro perdido, de tres piernas, ciego del ojo derecho, le falta la oreja izquierda. NO tiene cola. Recientemente castrado. Responde al nombre de ‘Afortunado” Bueno a eso yo le llamo negación.

¿Cuál es el antídoto para la negación? ¿Qué hace que finalmente afronte mis problemas? El antídoto de Dios para la negación es el dolor. Raramente cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor. No cambiamos hasta que nuestro dolor excede a nuestro temor a cambiar. La mayoría de las personas casi nunca se mueven hacia la recuperación hasta que son forzados a moverse hacia ella, porque ya no hay opción.

Dios usa tres redadas de negación, cosas para llamar nuestra atención, para forzarle a recurrir a recuperación de cosas que han afectado su vida.

Crisis Enfermedad, estrés, pérdida de trabajo.
Confrontación Alguien que se interesa lo suficiente para decir, “Estás arruinándolo.” Alguien que le ama lo suficiente para confrontarle en verdad y amor y dice, “Estás fallando, estás a punto de perder tu familia, estás a punto de perder tu salud, estás a punto de perder tu trabajo.” Alguien que le confronta. Un antiguo dicho en Texas “Si alguien le dice espalda de caballo, ignórelo. Si dos personas le dicen espalda de caballo, vea en el espejo. Si tres personas le dicen espalda de caballo, compre una silla de montura.” Si tres personas le dicen que es un adicto al trabajo – compre una silla de montura Si tres personas le dicen que es un alcohólico – compre una silla de montura. Si tres personas le dicen que necesita ayuda – compre una silla de montura. El dolor es como una alarma. Enciende para advertirle que algo está mal en su vida. Si se encendiera una alarma de fuego en su casa, ¿qué haría? “Ay, esa molesta alarma! Alguien que le tire una piedra y la haga callar.” No, usted haría algo al respecto. Pero pronto en nuestra vida cuando escuchamos que el dolor sale a flote, la alarma de dolor, en lugar de solamente tratar con lo que es la fuente, solamente tratamos de aplacar el ruido. Lo cubrimos con comida, alcohol, sexo, muchas, muchas diferentes cosas. Pero no sirve de nada. Dios usará esas cosas para llamar nuestra atención.
Catástrofe Espero que Dios no tenga que usar eso en su vida. Cuando alcanzamos lo más bajo, física, emocional, espiritual y financieramente y en nuestras relaciones -cuando llegamos bajo y tocamos fondo. Lo que sucede es a menudo, que él tiene que retroceder y dejarnos sentir el completo impacto de nuestras propias malas decisiones. “¿Quieres ser Dios? Está bien.” Y el simplemente retrocede y te permite ser Dios. Y entonces cosechas lo que sembraste y sientes todo el impacta que causa una catástrofe en tu vida.
Dijimos la semana pasada que el PRIMER PASO EN RECUPERACIÓN ES PRIMERO COMPRENDER QUE NO SOY DIOS, ADMITIR QUE NO SOY CAPAZ DE CONTROLAR MI TENDENCIA A HACER LO MALO Y QUE MI VIDA ES INMANEJABLE. Ese es el primer paso, el paso de la realidad.

El segundo paso es lo que llamo el PASO DE LA ESPERANZA. El paso 1 dice, lo admito. Estoy sin ayuda. No soy capaz. El Paso 2 dice, Hay un poder que tiene buenas noticias. Hay un poder al que se puede conectar para controlar las cosas que no puede dominar por si mismo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Tienes un Contrato con Dios?

En nuestro mundo caído, no podemos confiar en que todo el mundo cumplirá su palabra; por esto son necesarios los contratos. Pero Dios no actúa de esa manera (Isaías 55:8, 9; Números 23:19); Él quiere dar y bendecir con abundancia. Sin embargo, no se dejará obligar por un contrato.

Muchos de nosotros, inconscientemente, tratamos de hacer un contrato con Dios. Observe si algunas de estas condiciones concuerdan con su manera de pensar:

CONTRATO CON DIOS


1. Dios, ve si puedes cumplir con esto (antes de que yo haga lo que Tú quieres).

a. Si Tú me das una explicación aceptable del porqué permites que a la gente buena le sucedan cosas malas, yo consideraré si te recibo o no como Salvador.
b. Si Tú curas a mí ser amado, confiaré de nuevo en Ti.
c. Si me sacas de mi situación actual, ¡nunca volveré a hacerlo!

2. Obligación (Estoy haciendo lo que Tú quieres, y por eso deberás bendecirme de la manera que yo quiero.)

a. He estado diezmando, pero Tú todavía no me has aumentado el sueldo.
b. He estado asistiendo a la iglesia con regularidad, pero mi vida no se ha vuelto más fácil.
c. He estado involucrado en el ministerio con los solteros, pero no me has dado un cónyuge.

3. Conveniencia (Si el servir encaja de manera perfecta con mi vida, entonces te serviré.)

a. Si no llueve el domingo (y si me levanto a tiempo), iré entonces a la iglesia.
b. Si no estoy demasiado ocupado, y si no tengo nada más qué hacer, entonces te serviré en la iglesia, siempre y cuando eso no me exija demasiado tiempo.
c. Si un servicio o programa de la iglesia me resulta atractivo, entonces asistiré.

4. Rompimiento o interrupción del contrato
En cualquier caso, si no estoy 100% satisfecho en todas las áreas de mi vida, me reservo el derecho de enojarme contigo y de ignorarte. Sin embargo, aun así estarás obligado a este contrato y tendrás la responsabilidad de cumplir con todas las estipulaciones del mismo, como también con cualquier cosa que yo pueda haber omitido o pasado por alto.

Nuestro mejor contrato palidece en comparación al pacto perfecto del Padre celestial: el pecado nos separa de la santidad absoluta de Dios, y ninguna acción humana podrá cambiarlo. Por eso envió a Jesús para derramar Su sangre como el pago total por nuestro pecado. Lo único que tenemos que hacer es creer que Cristo murió en nuestro lugar. Después de esto, cubiertos por Su gracia, no tendremos nunca que hacer "tratos" con el Señor.

¿Ha estado usted relacionándose con Dios de acuerdo con algún "trato"?
Si es así, rómpalo, o se privará de las increíbles bendiciones que Él anhela darle. En vez de eso, confíe en Él, viva bajo Su gracia y esté atento a las oportunidades que Él brinda a su vida.

Para este 2010 en la dimensión individual, familiar y en la comunidad de fe, estamos llamados a aceptar el desafío de CRECER en nuestra relación hacía Dios, principalmente, y en la comunión de los creyentes.

domingo, 2 de mayo de 2010

El Primer Paso a la Libertad 3ra parte

I. ¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE JUGAR A SER DIOS?

Cuatro problemas que siempre suceden cuando tratamos de jugar a ser Dios:

1. Temor Cuando trato de controlar todo me atemorizo. Adán dijo, “Tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí.” Nos atemoriza el que alguien descubra quienes somos realmente, que somos falsos, farsantes, realmente no tenemos el control, que no somos perfectos. Por lo que no permito que nadie se acerque realmente a mí porque descubrirán que interiormente estoy asustado. Y por lo tanto que lo disfrazamos y pretendemos que no es real, llenamos nuestras vidas con temor, atemorizados que alguien nos va a rechazar, que no nos amarán, o que no les seremos simpáticos porque no saben realmente lo que somos. Solo les gusta una imagen de mí. Si supieran realmente como era, no les gustaría. Así que me resiento por eso. Y somos llenos de temor cuando tratamos de jugar a ser Dios.


2. Frustración Es frustrante tratar de ser el gerente general del universo. Me gusta llevar a mis hijos a un restaurante y jugar con el juego del mazo, ese que tiene esas cosas que salen y que las golpea. En el momento que usted golpea otra sale. Es frustrante porque cada vez que tratar de golpear un a otra se levanta y golpea esa y otra sale... Así es la vida. Terminamos con una compulsión y otra sale a flote. Terminamos con un problema y otro aparece. Terminamos con una relación conflictiva y otra aparece. Es tan frustrante porque no puede terminar al mismo tiempo con todas. Camina pretendiendo ser Dios – Soy poderoso, puedo manejarlo. Si es tan poderoso porque no simplemente termina con todo. Frustración.


3. Fatiga Cansa jugar a ser Dios!. Tratar de controlar todo, pretendiendo que todo está bien, negar algo lleva mucha energía. En Salmos 32 David dice, “Mi fuerza se evaporó como el agua en un día soleado hasta que finalmente admití todos mis pecados y deje de esconderlos.” La mayoría de las personas tratan de esconder su dolor y huyen de él manteniéndose ocupados porque Pensamos: “No me gusta cómo me siento cuando siento me deprimo. No me gusta lo que viene a mi mente cuando pongo mi cabeza sobre mi almohada y no me gustan esos sentimientos y lo que escucho por lo que me mantengo ocupado.” Huye del dolor al estar constantemente en el ir, trabaja hasta el cansancio. O se involucra en algún pasatiempo o algún deporte y se vuelve algo compulsivo y está en el campo de golf todo el tiempo o en la cancha de tenis o en otro lugar todo el tiempo. O se puede aún involucrar en actividades religiosas, la actividad de la iglesia puede esconder su dolor. Espera que cansarse tanto que cuando se acueste y ponga su cabeza sobre su almohada, estará tan fatigado, que se dormirá y no tendrá que escuchar su dolor. Si está en un estado constante de fatiga, siempre agotado, pregúntese, “¿De qué dolor estoy huyendo? ¿Qué problema no quiero afrontar que me motiva y me conduce a trabajar y trabajar para estar en este estado constante de fatiga?”


4. Fracaso Cuando trata de jugar a ser Dios, esa es una descripción del trabajo en el que se garantiza que terminará. Proverbios 28:13 (DHH) “Nunca tendrás éxito en la vida si tratas de esconder tus pecados. Confiésalos. Entrégalos. Entonces Dios mostrará su misericordia sobre ti.” Necesita ser honesto y aceptar su debilidad y sus faltas y fracasos. En nuestra iglesia desde el principio nos hemos comprometido con ser un lugar seguro donde la gente, gente real, pueda hablar acerca de sus problemas reales, heridas reales, complejos reales, hábitos reales, y no ser afectados por la crítica, sino que somos una familia de compañeros en la lucha. NO hay ninguna persona en esta habitación que tenga todo bajo control. Todos somos débiles en diferentes áreas y nos necesitamos unos a otros. De hecho nos necesitamos unos a otros porque nos volvemos espejos para revelar las heridas unos a otros y ayudarnos. Muchas veces otros ven cosas que yo no vea y viceversa.


¿Cómo reacciona a las historias de quienes están pasando situaciones graves?

Le muestro dos formas de cómo no reaccionar:

1. “Mi problemas no es tan malo” Eso se llama negación. ¿Qué tan mal tiene que llegar a ser antes de admitir que necesita ayuda? ¿Qué tan doloroso tiene que llegar a ser ese daño, esa relación, ese dolor, ese problema, esa memoria antes que admita que necesita ayuda? Desdichadamente es el comportamiento humano, naturaleza humana, que nunca cambiamos hasta que nuestro dolor se vuelve más grande que el temor de cambiar. No cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor y el matrimonio comienza a destruirse o los niños comienzas a irse por malos caminos o cuando recibe esa llama telefónica en medio de la noche. Ahórrese ese dolor, comience pronto su recuperación. Un hombre dijo, “Me sucedió a mi cuando el ácido de mi dolor finalmente atravesó la pared de mi negación.” Dios nos susurra en nuestros placeres pero El nos grita en nuestro dolor. El dolor es el megáfono de Dios. Permite que eso lo mueva a buscar ayuda, a enfrentar el hecho de que ha estado ignorando por 10, 20, quizás 30 años. ¿Cuál es el nivel de su dolor? Es una luz de advertencia para usted. Escúchelo.


2. “Está bien, pero yo puedo resolver mis problemas; esta serie de recuperación es para alguien más” Eso también se llama negación. Al menos que haya tenido una vida perfecta, hay algunas cosas con las que necesita tratar. Usted dice, puedo manejar mi problema, puedo cuidar de eso. El hecho es que si usted pudiera manejarlo, lo hubiera hecho, pero usted no puede, por lo tanto no lo hará. Si hubiera podido controlar ese problema, no sería un problema, no lo tuviera con usted hoy. Pero no puede, por lo que no podrá. Esta negación es tan antigua como Adán y Eva. Ellos tenían un problema. Huyeron y se escondieron tras el arbusto. Dios los había hecho y Dios había hecho el arbusto y se están escondiendo de Dios. Así de ilógico. Algunas veces le pregunto a las personas “¿Le ha contado a Dios acerca de su herida? Su hábito? Su complejo?” “Ah, no, no quisiera que supiera de eso.” No puede mejorar hasta que confiese y afronte sus faltas y admita: Soy incapaz.”


III. LA CURA
El primer paso en el camino a la recuperación es admitir mi incapacidad. La Biblia dice que al admitir mi debilidad encuentro fortaleza. Esta no es una idea popular en la cultura Americana de autosuficiencia la cual dice, Levántese por si mismo, no dependa de nadie más; sea como el Llanero Solitario. Pero este es el primer paso esencial para iniciar. Admita que es incapaz de hacerlo por usted mismo. Necesita a otras personas y necesita a Dios. Admitir que no soy Dios significa que reconozco tres hechos importantes de la vida. La madurez viene cuando reconozco estos tres hechos de la vida:


1. Admito que soy incapaz de cambiar mi pasado Duele, todavía lo recuerdo, pero todo el resentimiento en el mundo no lo va a cambiar. Soy incapaz de cambiar mi pasado. (Deberíamos usar el pasado como un trampolín y no como un sofá)


2. Admito que soy incapaz de controlar a otras personas Trato, me gusta manipularlos, utilizo toda clase de pequeños trucos, pero no funciona. Soy responsable de mis acciones, no de las de otros. No puedo controlar a otras personas.


3. Admito que no soy capaz de hacer frente a mis hábitos, comportamientos, y acciones dañinos Las buenas intenciones no son suficientes. Cuantas veces ha intentado y ha fracasado. La fuerza de voluntad no es suficiente. Usted necesita algo más que fuerza de voluntad. Usted necesita a Dios, porque El le hizo para necesitarle. Santiago 4:6 – “Dios se opone al orgulloso pero da gracia al humilde.” Gracia es el poder para cambiar. Gracia es el poder que Dios me da para hacer los cambios en mi vida que quiero hacer y que El desea que haga – el poder para cambiar. Y para que usted se recupere de las heridas, complejos y problemas en su vida, necesita la gracia de Dios. ¿Cómo la obtengo? Solamente de una forma. El se la da al humilde. Permítame preguntarle, ¿que necesita cambios en su vida? ¿Qué herida, complejo o hábito ha estado tratando de ignorar? Para muchos de ustedes este paso será el más difícil. Me alegra que sea el número uno, porque cuando termine este paso, pase la dificultad, y esa es solamente admitir, “tengo un problema, tengo una necesidad, tengo una herida.” Es difícil para muchos de nosotros admitir eso porque es humillante. Dice “No soy Dios y no tengo control de nada tanto como me gustaría que todos pensaran. No tengo el control.” Si le cuenta eso a alguien, no se van a sorprender, porque lo saben, Dios lo sabe, usted lo sabe, usted solamente necesita admitirlo. Significa ser honesto y afrontar un problema que ha querido ignorar por mucho tiempo.

sábado, 1 de mayo de 2010

El Primer Paso a la Libertad 2da parte

¿DE QUE NECESITA RECUPERARSE?
La buena noticia es esta: a pesar del problema del cual necesita recuperarse, ya sea emocional, financiero, relacional, espiritual, sexual o lo que sea, a pesar de eso de lo que usted necesita recuperación, los pasos para recuperarse son siempre los mismos. Los principios para recuperación se encuentran en la Biblia. Es el manual original de recuperación. En 1935 un par de muchachos formularon, basados en las Escrituras, los que hoy son conocidos como los clásicos 12 Pasos de los Alcohólicos Anónimos y usados cientos de otros grupos de recuperación. 20 millones de norteamericanos están en un grupo de recuperación cada semana y hay 500,000 diferentes grupos de recuperación. La base es la Palabra de Dios.

EL PRIMER PASO. LA RECUPERACIÓN QUIERE DECIR COMPRENDER.
Comprendo que no soy Dios. Admito que soy incapaz de controlar mi tendencia hacer lo malo y que mi vida es inmanejable.
¿Se queda despierto hasta tarde cuando sabe que necesita dormir?
¿Come o bebe más calorías que lo que su cuerpo necesita?
¿Siente que debe hacer ejercicio pero no lo hace?
¿Conoce lo correcto pero no lo hace?
¿Sabe que algo está malo pero de todas formas lo hace?
¿Se ha dado cuenta alguna vez que no debe ser egoísta pero por lo contrario usted es egoísta?
¿Ha intentado alguna vez de controlar a alguien o algo y se ha dado cuenta que usted mismo era incontrolable?
Si su respuesta es “Sí” a cualquiera de estas preguntas, bienvenido a la carrera humana. Todos necesitamos recuperación.

I. LA CAUSA DE MI PROBLEMA: MI NATURALEZA PECAMINOSA
La Biblia tiene una palabra para esto. La Biblia llama a esa tendencia, mi naturaleza pecaminosa. MI naturaleza de pecado me lleva a toda clase de problemas, y lo lleva a usted a toda clase de problemas. Hago cosas que no son buenas para mí. Las hago aún cuando son autodestructivas y no hago cosas que son buenas para mí. Contesto de la manera incorrecta cuando soy herido y solamente aumenta el daño, en lugar de disminuirlo. Reacciono en la manera incorrecta con las personas. Las trato de la manera equivocada y luego me afecta a mí, cuando sé que no va a funcionar. Intento resolver problemas y a menudo cuando los arreglo se vuelven peor de lo que estaban cuando comencé. Proverbios 14 dice “Hay una forma que parece recta al hombre pero termina en muerte.” Usted siempre va a tener esta naturaleza pecaminosa con usted, este deseo de hacer lo malo. Siempre lo va a tener con usted hasta que llegue al cielo. Y aun cuando sea cristiano, todavía tendrá deseos que lo lleven hacia el mal. Pablo entendió esto. En Romanos 7:15 él dijo, “No me entiendo para nada. Porque realmente quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Hago lo que no quiero hacer y lo que odio. Sé perfectamente bien que lo que estoy haciendo es incorrecto, pero no lo puedo evitar. Es el pecado que está dentro de mí que es más fuerte que yo, el que me hace hacer cosas malas.”

¿Suena como algo familiar para algunos de ustedes? Termino haciendo lo que no quiero hacer y termino no haciendo lo que quiero hacer. El primer paso para la recuperación es que usted debe entender la causa de este problema. ¿Por qué sucede esto en mi vida? Necesita entender la causa de esto, luego las consecuencias del problema, y luego la cura.

¿Cuál es la causa de mi problema? La causa de todos sus problemas es esta – Quiero ser Dios. ¿Le gustaría decidir lo que es bueno y lo que es malo? Usted dice, “No quiero que nadie me diga o que es bueno y lo que es malo, quiero decidir lo que es bueno y lo malo. Quiero hacer lo que yo quiero, quiero hacer mis propias reglas. Me quiero poner en el centro del universo. Quiero ser mi propio jefe, vivir a mi manera, si se siente bien, hazlo. No quiero que nadie me diga qué hacer con mi vida.” Eso se llama jugar a ser Dios. Lo que dice es: “Quiero controlar.” Y entre más inseguro sea usted, más se propone controlar. Entre más inseguro sea, usted desea controlarse a sí mismo, controlar a otras personas, controlar su ambiente. Usted es llevado a hacer esto. Y eso se llama jugar a ser Dios.

Este es el problema más antiguo del hombre. Aún Adán y Eva lo tuvieron. Dios los puso en el Paraíso y ellos trataron de controlar el Paraíso. Dios dijo, “Pueden hacer todo lo que quieran en todo este Paraíso excepto una sola cosa – No coman de este árbol.” ¿Qué hicieron ellos? Fueron directamente hacia ese árbol. Lo único en el Paraíso a lo que Dios le había puesto límites. Satanás dijo, “Come esta manzana (o lo que haya sido) y sean dioses.” Ese ha sido el problema desde el principio. Quiero ser Dios. Quiero tomar las decisiones yo mismo. Quiero vivir mi propia vida. Queremos estar en control. ¿Cómo jugamos a ser Dios? Negando nuestra humanidad y tratando de controlar todo por razones egoístas. Quiero estar en el centro de mi universo.

Control es el punto.
Quiero estar en control y tratamos de controlarnos a nosotros mismos, a otras personas, todo lo que está a nuestro alrededor.

¿CÓMO JUGAMOS A SER DIOS?
1. Tratamos de controlar nuestra imagen. Usted desea controlar lo que otros piensan de usted. No quiere que otras personas conozcan realmente como es usted. Jugamos, usamos mascaras, pretendemos ser otros, somos falsos, queremos que la gente vea ciertos aspectos de nosotros y escondemos otras partes, y negamos nuestras debilidades y nuestros sentimientos (“No estoy molesto, No estoy disgustado, No estoy preocupado, No estoy asustado.”) No queremos que las personas vean nuestro verdadero yo. ¿Por qué tengo miedo de decirte quien soy? Ese es el título de un libro. La respuesta es: Si te digo quien realmente soy y no te gusta, mala suerte para mí porque soy todo lo que tengo. Por lo que tratamos de esconder y controlar nuestra imagen.
2. Tratamos de controlar a otras personas. Los padres tratan de controlar a sus hijos; los hijos, tratan de controlar a sus padres. Las esposas tratan de controlar a sus esposos; los esposos tratan de controlar a sus esposas. Las personas tratan de controlar a otras personas. Hay políticas de oficina en su lugar de trabajo. Los países tratan de controlar otros países. Usamos muchas estrategias para manipularnos unos a otros. Usamos la culpa para controlar, usamos el temor, usamos alabanza, algunos de ustedes usan el látigo del silencio para controlar, enojo, ira. Tratamos de controlar a las personas.
3. Tratamos de controlar problemas, nuestros problemas. Somos buenos para esto. Usamos frases como: “Lo puedo manejar, realmente no es un problema.” Eso es tratar de jugar a ser Dios. “Puedo manejarlo, estoy bien. Realmente estoy bien.” Controlamos nuestros problemas: no necesito ayuda y realmente no necesito consejo. Tratamos de controlar nuestros problemas: Puedo dejarlo en cualquier momento, Lo haré a mi manera. Entre más trate de arreglar su problema por sí mismo, peor se vuelve el problema.
4. Tratamos de controlar nuestro dolor. ¿Ha pensado alguna vez cuanto tiempo desperdicia huyendo del dolor? Tratando de evitarlo, negarlo, reduciéndolo, posponiéndolo, escapando. La gente trata de posponerlo de diferentes maneras. Algunas veces tratamos de posponerlo comiendo o no comiendo. Tratamos de posponerlo tomando o fumando o consumiendo drogas, involucrándonos en una y otra relación. “Esta relación es lo que verdaderamente necesito sentir, completa y significante.” Y entonces inicia esa relación – “Oh, no era esa” y termina esa relación... Es una relación tras la otra. O desarrolla algún tipo de hábito compulsivo para tratar de controlar su dolor. O se vuelve abusivo y se enoja con otras personas o se vuelve crítico o prejuicioso para esconder su dolor. O se deprime. Hay muchas, muchas formas de tratar de controlar nuestro dolor. Ese es el primer paso hacia la recuperación. Usted no va a mejorar por usted mismo, afróntelo. No lo niegue.