lunes, 10 de mayo de 2010

El Camino a la Recuperacion 2do Paso - 1ra Parte

DONDE OBTENER AYUDA CUANDO ESTÉ HERIDO
Hebreos 11:6

Un reportero luego de una gran inundación, al llegar al sitio vio a una señora sentada en el techo de su casa, luego vio un caballo y su carro flotando también. Luego de unos minutos el vio un sombrero que flotaba pero unos 6 metros luego de la casa el sombrero comenzó a flotar hacia atrás. Luego unos 6 metros hacia el otro lado de la casa flotando de regreso. Vio eso como unas 7 u 8 veces y finalmente dijo, “Sra.¿tiene alguna idea que es ese sombrero? Ella contestó, “Ese solamente es mi loco esposo. El dijo que iba a cortar el césped pasara lo que pasara”. El problema que tenemos hoy es que muchos de nosotros todavía nos estamos enfocando en el césped mientras la casa está flotando.

La semana pasada dijimos que todos nosotros necesitamos recuperación porque ninguno de nosotros es perfecto. El mundo es imperfecto, todos hemos sido dañados, todos tenemos complejos, todos tenemos hábitos que nos gustaría cambiar. Todos necesitamos recuperación. Los pasos son los mismos a pesar de cual sea su problema ya sea éste una herida, complejo, o hábito. Hablamos la semana pasada que la raíz que causa todo esto es, mi deseo de controlar las cosas. Entre más inseguro usted es, más quiere controlar las cosas: usted quiere controlar su vida, la vida de otras personas, su ambiente – Usted desea ser Dios. Quiere ser el centro de su universo. Cuando tratamos de controlar todo esto termina con fatiga, frustración, y fracaso.

¿Cómo rompe con eso? ¿Cómo rompe con esas cosas? Tiene que superar la negación. La negación es lo que nos aleja de movernos hacia la recuperación. Nos excusamos: “Realmente no es un problema... Realmente estoy bien... No es un problema, puedo manejar la situación.” Nos excusamos y acusamos a otros: “Si mi esposa tan sólo actuara correctamente entonces nuestro matrimonio estaría bien.” Y jugamos el juego de la culpa. Y acusamos y nos excusamos y somos de vista corta. Decimos, “¿Cómo te va?” “Bien, estoy bien, en lo que cabe de las circunstancias... Por el momento todo está bien.” Simplemente ha saltado de un edificio y está a medio camino, no ha tocado suelo todavía. Así que tenemos que aprender como tratar con la negación. Esta semana vi en el periódico un anuncio de objetos perdidos. Ilustraba la negación. Decía, “Se busca perro perdido, de tres piernas, ciego del ojo derecho, le falta la oreja izquierda. NO tiene cola. Recientemente castrado. Responde al nombre de ‘Afortunado” Bueno a eso yo le llamo negación.

¿Cuál es el antídoto para la negación? ¿Qué hace que finalmente afronte mis problemas? El antídoto de Dios para la negación es el dolor. Raramente cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor. No cambiamos hasta que nuestro dolor excede a nuestro temor a cambiar. La mayoría de las personas casi nunca se mueven hacia la recuperación hasta que son forzados a moverse hacia ella, porque ya no hay opción.

Dios usa tres redadas de negación, cosas para llamar nuestra atención, para forzarle a recurrir a recuperación de cosas que han afectado su vida.

Crisis Enfermedad, estrés, pérdida de trabajo.
Confrontación Alguien que se interesa lo suficiente para decir, “Estás arruinándolo.” Alguien que le ama lo suficiente para confrontarle en verdad y amor y dice, “Estás fallando, estás a punto de perder tu familia, estás a punto de perder tu salud, estás a punto de perder tu trabajo.” Alguien que le confronta. Un antiguo dicho en Texas “Si alguien le dice espalda de caballo, ignórelo. Si dos personas le dicen espalda de caballo, vea en el espejo. Si tres personas le dicen espalda de caballo, compre una silla de montura.” Si tres personas le dicen que es un adicto al trabajo – compre una silla de montura Si tres personas le dicen que es un alcohólico – compre una silla de montura. Si tres personas le dicen que necesita ayuda – compre una silla de montura. El dolor es como una alarma. Enciende para advertirle que algo está mal en su vida. Si se encendiera una alarma de fuego en su casa, ¿qué haría? “Ay, esa molesta alarma! Alguien que le tire una piedra y la haga callar.” No, usted haría algo al respecto. Pero pronto en nuestra vida cuando escuchamos que el dolor sale a flote, la alarma de dolor, en lugar de solamente tratar con lo que es la fuente, solamente tratamos de aplacar el ruido. Lo cubrimos con comida, alcohol, sexo, muchas, muchas diferentes cosas. Pero no sirve de nada. Dios usará esas cosas para llamar nuestra atención.
Catástrofe Espero que Dios no tenga que usar eso en su vida. Cuando alcanzamos lo más bajo, física, emocional, espiritual y financieramente y en nuestras relaciones -cuando llegamos bajo y tocamos fondo. Lo que sucede es a menudo, que él tiene que retroceder y dejarnos sentir el completo impacto de nuestras propias malas decisiones. “¿Quieres ser Dios? Está bien.” Y el simplemente retrocede y te permite ser Dios. Y entonces cosechas lo que sembraste y sientes todo el impacta que causa una catástrofe en tu vida.
Dijimos la semana pasada que el PRIMER PASO EN RECUPERACIÓN ES PRIMERO COMPRENDER QUE NO SOY DIOS, ADMITIR QUE NO SOY CAPAZ DE CONTROLAR MI TENDENCIA A HACER LO MALO Y QUE MI VIDA ES INMANEJABLE. Ese es el primer paso, el paso de la realidad.

El segundo paso es lo que llamo el PASO DE LA ESPERANZA. El paso 1 dice, lo admito. Estoy sin ayuda. No soy capaz. El Paso 2 dice, Hay un poder que tiene buenas noticias. Hay un poder al que se puede conectar para controlar las cosas que no puede dominar por si mismo.

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